Escuela napolitana. Taller de Nicola Fumo. Circa 1730 / 1740.

"Ecce-Homo"

Gran escultura posiblemente en madera de cedro tallada y policromada. Los ojos son de vidrio.

83 x 44 x 33 cm.

Nuestra escultura únicamente puede haber salido de la gubia de un gran Maestro.

Jesús se presenta ante nosotros con expresión de gran sufrimiento, humanizado. Cercano a la muerte, como refleja el tono grisáceo de sus mejillas.

El escultor no escatima en efectismo para transmitir con toda crudeza el dolor de Jesús, tallando las múltiples heridas sangrantes causadas por la flagelación o la sangre que atraviesa su bellísimo rostro desencajado de dolor. La boca abierta deja ver los dientes esculpidos en detalle, y la colocación de sus ojos muestra que está a punto de perder la conciencia.

El tratamiento de la anatomía del cuerpo y de sus cabellos, así como el rostro tallado de forma tan fina y delicada son más que prueba de la gran maestría que nuestra escultura respira. En resumen, estamos ante una escultura que sorprende por la poesía que encarna tanto dolor.

Agradecemos al profesor Gian Giotto Borrelli por su ayuda e identificación de esta obra.