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LOTE 91

Escuela Novohispana. México. Siglo XVIII.

Estimación
1.500 € / 3.000 €

Escuela Novohispana. México. Siglo XVIII.

"Sagrada Familia con San Juan Bautista"

Escudo de monja. Óleo sobre cobre.

Diámetro: 17 cm.

Presenta algunas faltas.

Se trata de un género de arte devocional muy expandido durante los siglos XVII y XVIII en España y en el mundo Novo Hispano.
Solían ser pequeños cuadros pintado o bordados con escenas religiosas, que las monjas lucían en su pecho al tomar los votos.
En los clásicos retratos de monjas coronadas, además de las flores, velas y otros ornamentos, es donde se aprecia la relevancia que tenían estos escudos.
El LACMA de Los Ángeles, conserva en su colección un escudo de monja del pintor mexicano Francisco Martínez (México, 1687-1758) fechado circa 1750, con el tema central de la Anunciación rodeada de Santos. (Inv. M.2015.142.1)
Como indica la profesora Ilona Katzew, Curadora y Jefe de departamento de Latin American Art, en el LACMA de Los Ángeles, respecto a los escudos de monja:
"Esta pintura a pequeña escala es un escudo que usaban las monjas de la Orden de la Inmaculada Concepción (también conocidas como Concepcionistas) en México como parte de su vestimenta. Los escudos pintados se originaron en México en respuesta a las reformas religiosas introducidas por el arzobispo Francisco Manso y Zúñiga (gobernador entre 1629 y 1635), quien intentó restringir el lujo y el privilegio del estilo de vida del convento. Prohibió a las monjas usar escudos hechos de oro, piedras preciosas y esmalte. Las monjas eludieron esta regla encargando escudos pintados sobre cobre o pergamino, y colocados en marcos hechos de carey. Muchas de las insignias fueron pintadas por los mejores artistas del momento."
Se trata de un género de arte devocional muy expandido durante los siglos XVII y XVIII en España y en el mundo Novo Hispano.
Solían ser pequeños cuadros pintado o bordados con escenas religiosas, que las monjas lucían en su pecho al tomar los votos.
En los clásicos retratos de monjas coronadas, además de las flores, velas y otros ornamentos, es donde se aprecia la relevancia que tenían estos escudos.
En ocasiones incluso artistas de la talla de José de Páez, Miguel Cabrera o Luís Juárez, que se trata, según nos parece, del autor de nuestra obra, realizaron alguno de estos escudos.