Escuela Novohispana. Siglo XVIII.
"La ternura de la Madre de la Merced amparando y liberando esclavos y cautivos"
Óleo sobre cobre.
39,5 x 27,5 cm.
Sencilla representación devocional de Nuestra Señora La Virgen de la Merced, ejerciendo lo que ella misma pidió hacer como colabaración a sus fieles seguidores, tres en concreto: a Jaime I el Conquistador, a San Raimundo de Peñafort y a San Pedro Nolasco, a los que se apareció. Y esa petición de colabaración no fue otra que encomendarles la misión de liberar a los cautivos que habían caído en poder de los herejes. Una petición que cristaliza en el inicio de la Orden de los Mercedarios. Conocida también como Nuestra Señora de la Misericordia o Mater Omnium, en España es patrona de los presos e inmigrantes. Y ostenta el Patronazgo de las Instituciones Penitenciarias. Aparece con la iconografía que se hizo palpable desde el siglo XVI, hábito mercedario: túnica, escapulario y capa todo en color blanco, con el escudo mercedario en el pecho, abriendo brazos….”bajo tu amparo, Señora, nos acogemos Santa Madre de Dios”…..Rostro de ternura que abriga y protege a esos cristianos esclavos que se arrodillan ante ella, liberados ya de sus cadenas. Una representación sencilla, humilde, amorosa, y servicial que nos confía a todos bajo su protección y nos alienta a su permanente devoción.