Escuela colonial. Obrador Neogranadino. Círculo de Gonzalo de Carvallo. Siglo XVII.
"San Nicolás de Tolentino"
Magnífica escultura de este fraile, en madera tallada, dorada, estofada y policromada. Profusamente decorada con un maravilloso estofado con motivos de estrellas y vegetales.
168 x 62 x 57 cm.
Como obrador situamos nuestra imagen en ese foco tan relevante de escultores que se ha denominado genéricamente como “neogranadino”, que como leemos en el libro de Adrián Contreras-Guerrero, sirve para “referirnos al arte producido en cualquier parte de la Real Audiencia de Santafé (si hablamos de los siglos XVI y XVII) o del Virreinato de Nueva Granada (si es a partir de 1717). Propone el historiador sustituir ambas denominaciones por el adjetivo “cundiboyacense” ya que “es en ese contexto geográfico en el que se realizaron la mayoría de obras. El altiplano cundiboyacense, con sus dos capitales, Bogotá y Tunja, fue el territorio de mayor densidad poblacional, y por tanto de mayor actividad artística”.
Esta escuela es claramente de carácter español, y contrasta con el estilo mestizo y con más influencias indígenas de las escuelas escultóricas de México o Perú.
En nuestra opinión nuestra escultura es un claro ejemplo de la gran influencia de la escuela manierista sevillana de la que se impregnó el arte neogranadino. Como nos indica de nuevo Contreras-Guerrero, "Uno de estos artistas peninsulares activos en Santafé en los albores del siglo XVII es Gonzalo de Carvallo, quien aparece referido en varias notas documentales como pintor y escultor simultáneamente. La primera data de 1587 y lo sitúa en Tunja donde en calidad de pintor estaba recibiendo al aprendiz Juan recuero por un periodo de tres años. Más tarde, en 1600 estaba en Bogotá saliendo fiador de Juan de la Cerda en un préstamo de 500 ducados. La única escultura que se le conoce, aunque sin duda hizo más, está en el Templo de San Agustín y representa a San Nicolás Tolentino". Precisamente el mismo santo que presentamos.
Otra escultura que guarda semejanzas con la nuestra sería el San Antonio de obrador neogranadino del siglo XVII, que se conserva en el Museo Arquidiocesano de Arte Religioso de Pamplona, Colombia.
Nicolás de Tolentino fue un fraile del S XIII, sacerdote, místico, católico italiano y el primer santo de la Orden de San Agustín canonizado. Se le considera protector de las almas del Purgatorio, e intercesor por la justicia, la maternidad, la infancia y la salud.
Vestido de negro, propio de la orden de los Agustinos ermitaños, con una estrella en el centro del pecho o un sol,
debido a uno de los hechos de la vida del santo: se dice que una estrella brillante lo seguía continuamente en sus movimientos e iluminaba su figura.
En la mano izquierda, partida, porta un plato en el que se posa una perdiz, que recuerda uno de sus tantos milagros. “Cuando le trajeron un plato con perdices cocidas, él levantó la mano y tras hacer la señal de la cruz al platillo las aves tomaron su forma, les crecieron las plumas y renacieron, se pusieron en pie”.
Bibliografía consultada: Adrián Contreras-Guerrero. “Escultura en Colombia. Focos productores y circulación de obras (Siglos XVI-XVII)”. Granada, 2019.