Previous Next
../fotosArticulos/33106/7.1.jpg
../fotosArticulos/33106/7.2.jpg
../fotosArticulos/33106/7.3.jpg
../fotosArticulos/33106/7.4.jpg
../fotosArticulos/33106/7.5.jpg
../fotosArticulos/33106/7.6.jpg
../fotosArticulos/33106/7.7.jpg
../fotosArticulos/33106/7.8.jpg
../fotosArticulos/33106/7.9.jpg

LOTE 7

Escuela española. Tardorrománico. Siglo XIII.

Estimación
15.000 € / 20.000 €

Escuela española. Tardorrománico. Siglo XIII.

"Cristo Redentor"

Escultura en madera tallada y policromada.

125,5 x 44 x 28 cm.

Estamos ante una curiosa representación de Cristo que, si bien a simple vista pudiéramos conceptuarla como de Cristo Resucitado debido a que ha sido retratado de pie, exhibiendo la llaga del costado y con su anatomía apenas cubierta por un manto de pliegues redondeados que forman un abanico, en realidad se trata de Cristo Redentor. Cuando nos encontramos con esta iconografía durante el gótico lo más usual es ver a Cristo sentado y con el cuerpo completamente vestido por prendas con amplios ropajes. Es por esta rareza iconográfica, amén de la calidad escultórica, donde reside el gran valor de la pieza. Aunque no se puede afirmar categóricamente, pudiera ser que hubiera estado completamente labrada por su parte trasera, siendo después horadada su espalda hasta excavar una amplia concavidad. A esta conclusión nos llevan el detalle de que la parte posterior de los brazos, cabeza y parte inferior del manto se hallaban labrados e incluso policromados.

Cristo aparece erguido sobre un peñasco, adelantando y disponiendo en posición oblicua la pierna izquierda. Su anatomía, tratada con suma sequedad, de suerte que apenas están insinuadas las costillas, las clavículas, y una de las rodillas, está cubierta en parte por un manto de tonos apagados por el exterior y rojos por el interior. Echado sobre el hombro izquierdo le cubre la espalda y la mitad izquierda del cuerpo, de forma que deja visible la parte derecha del torso y, por lo tanto, la llaga del costado. Las telas están surcadas por pliegues en abanico que se ciñen a su anatomía. Por su parte, los plegados que caen del brazo izquierdo forman unas dobleces triangulares muy características.

El Redentor flexiona el brazo derecho, con cuyos dedos realiza el gesto de bendecir al fiel que lo contempla, al tiempo que con la otra mano sujeta el orbe que le conceptúa como el rey del mundo. La combinación de la llaga con el orbe nos lleva a la verdadera significación de esta iconografía: Cristo, rey y redentor del mundo. La llaga no es el único recuerdo de la Pasión que porta ya que sobre la cabeza lleva ceñida una corona de espina de tallos entrelazados labrada en la propia pieza y pintada de color verde. La cabeza de Cristo es muy espiritual, adquiere una forma ovalada matizada en su parte inferior por una poblada barba bífida. Peina una larga cabellera negra que cae sobre la espalda simétricamente en sinuosas guedejas que no llegan a taparle las orejas, tratadas con un carácter muy sumario. Los ojos, negros y almendrados, le aportan una notable vivacidad, al igual que la sonrisa amble que muestra su amplia boca cerrada. Esta apreciable escultura debió ser labrada en algún taller hispano, quizás castellano, a finales del siglo XIV o bien a comienzos de la siguiente centuria.

 

Agradecemos a D. Javier Baladrón, doctor en Historia del Arte, por la identificación y catalogación de esta obra.