Atribuido a Bernardo Bitti (Camerino, Italia, 1548 - Lima, Perú 1610)
"San Juan en Patmos"
Óleo sobre cobre. Al dorso porta incisa a mano la titularidad de propiedad, lamentablemente ilegible: "Soy de..."
26 x 19 cm.
La Virgen del Apocalipsis, narrada por San Juan Evangelista desde su destierro en Patmos.
“Una gran señal apareció en el cielo”, relata San Juan en el libro del Apocalipsis de La Biblia. Es la imagen de una “mujer vestida del Sol, con la Luna bajo sus pies y sobre su cabeza una corona de doce estrellas”.
La figura de la Virgen Apocalíptica es el símbolo de la Iglesia heredera de toda la gloria de Israel y está concebida como parturienta del Hijo de Dios. Se le aparece al evangelista y vidente vestida de sol, con la luna a sus pies y ciñendo su frente una corona de doce estrellas, representación que sería adoptada para representar la Inmaculada Concepción de María por parte de San Joaquín y Santa Ana. Un dragón -símbolo del demonio- lucha contra la mujer -símbolo de la Iglesia- a la que Dios guarda y defiende dándole dos alas de una gran águila para que vuele hacia el desierto y preservarla, de este modo, del diablo. De ahí que la figura del águila suela estar presente junto a San Juan Evangelista.
El arte suele ofrecer una visión anacrónica del santo a la hora de representar la Visión en Patmos, ya que nos lo muestra como un joven por el que sólo parece haber pasado una década desde la adolescencia vivida durante la Pasión de Jesús.
En realidad, San Juan era ya muy anciano, pues su muerte se calcula en torno al año 104, cuando contaba por entonces una avanzada edad.