Atribuido a Juan Rodríguez Juárez (México, 1675 - 1728)

"San Gregorio Magno, inspirado por el Espíritu Santo, en “sacra conversacione” con San Mateo"

Óleo sobre tela. Reentelado. 165 x 106 cm.

San Gregorio Magno, Papa y Doctor de la Iglesia, y a quien se da el título de “doctor de la milicia celeste”, decía en sus Moralia: “La existencia de los ángeles está atestiguada casi por cada una de las páginas de la Sagrada Escritura", o “Salid al encuentro suyo, ángeles del Señor, para ofrecer su alma en la presencia del Altísimo", que canta la Iglesia en el oficio de difuntos.

En esta ventana mística o arquitectura fingida de óvalo lo encontramos con San Mateo, al que se representa con un ángel que los escucha o que les dicta.  Según la patrística, el ángel es el mismo Mateo, porque es el único que habla al principio de su evangelio del Hijo del Hombre, de la genealogía de Cristo, y además habla del Ángel (el mismo que se le aparece a José), que representa el amor divino, un Amor enviado por los ángeles (mensajeros de Cristo) a los humanos.

Una “Doctrina Angélica” que inspiró y movió a ambos, que los representa como si se tratara de dos ángeles más, seres intelectuales, superiores a los hombres, dotados por el Señor de especial virtud y poder.

Juan Rodríguez Juárez, perteneció a una afamada familia de pintores del México virreinal, su calidad pictórica y la importancia artística familiar que mencionamos, le consiguieron importantes encargos de la aristocracia y el alto clero del virreinato.

De esta forma coincidió con el arzobispo de México, D. José Pérez de Lanciego "arzobispo Lanciego" que fue llevado a México por el Rey Felipe V para lograr que en la Nueva España el clero secular predominara sobre el regular. Se sabe de la estrecha relación de Juan con el citado arzobispo por los varios retratos oficiales y otros encargos que le hizo para tierras americanas y para su envío a la península.

Esto nos lleva a pensar que, dada la monumentalidad de nuestra pintura, se tratara de uno de dichos encargos del arzobispo con destino a España.

Es probable así mismo que formara parte de una serie pinturas representando a los doctores de la iglesia.