Escuela flamenca. Siglo XVI.
Gran tríptico. Óleo sobre tabla.
Medidas abierto: 113 x 173 cm. Medidas cerrado: 113 x 98 cm.
Magnífico tríptico con una Déesis central, Cristo en la cruz rodeado de María, su madre, y San Juan el discípulo amado. Sobre ambos dos limbos; a la izquierda, sobre Ella, la Caridad, como una entrega desinteresada a los demás (y eso es precisamente lo que encontramos en la vida de la Santísima Virgen: un amor auténtico, traducido en donación de sí a Dios y a los demás). A la derecha, sobre él, un ángel, símbolo de la ascensión espiritual, que lo mantienen elevado en las alturas (su evangelio es el denominado "evangelio espiritual", el más profundo, simbólico, contemplativo y teológico de los cuatro y, en ese sentido, el que se eleva sobre los demás).
Dos santos "amantes" abrazan esta ventana central, a la izquierda San Agustín, que decía: enamorarse de Dios es el romance más grande; buscarle, la mayor aventura; encontrarlo, el mayor logro humano".
A la derecha, y en reverencia amorosa también, Santa María Magdalena, mujer que después de María, la Madre de Jesús, lo amó con locura de amor, "lo amó mucho", y por eso "se le perdonó mucho".
El exterior del tríptico nos habla de su dueño, un carmelita. Dos escudos carmelitanos, a la izquierda mitrado, con órdenes mayores, y a la derecha lo que fue antes de recibir esas órdenes, su escudo limpio del Carmelo. Una filacteria que circunda ambos reza "NEMINI NOCENS, DECOR CARMELI", la belleza del Carmelo no es dañina para nadie. Y el Espíritu de la paz sostiene esa orden.
Las tres tablas se presentan circundadas por filacterias con leyendas en latín, que traducidas rezan: en el centro de la Déesis, y con la humildad de estar a los pies una oración: "Salvador del mundo esta familia tuya te servirá" (clara referencia a la familia carmelitana). Palabras del momento de la crucifixión rodean el marco central: "dijo a su madre, he ahí a tu hijo", "y al discípulo le dijo, he ahí a tu madre". Y coronándolo todo, sus palabras al Padre, "Padre en tus manos encomiendo mi espíritu".
En el panel de la izquierda clara alusión al momento de su muerte junto a los ladrones: "Yo también te digo que hoy mismo estarás conmigo en el paraíso", y "Padre perdónalos porque no saben lo que hacen". Debajo de San Agustín: "el corazón del mundo está en mi carne".
En el panel de María Magdalena: "cerca de la hora nona, Jesús clamó con voz potente: Eloí Eloí Lama Sabactani, que significa: ¿Dios mío Dios mío por qué me has abandonado?, y dicho esto expiró". Debajo de la Mirófora, una oración: "el amor de Jesús me dulcifica".