Baúl "enconchado" en carey, nácar y herrajes. Trabajo virreinal. Perú. Siglo XVIII.
Interior en cedro rojo y exterior recubierto de carey, nácar y herrajes. Estructura de frentes planos, tapa superior y cajón inferior. Presenta gaveta para almacenar objetos pequeños en la parte interna. 62 x 35 x 37 cm.
Un ejemplo casi idéntico al nuestro, es el conservado en el Museo de Arte Hispanoamericano Isaac Fernández Blanco en Buenos Aires, o el de la colección de la familia Prado Heudebert en Lima.
Respecto al origen de este tipo de muebles, que tiene un igual origen y decoración al nuestro, es muy interesante leer el artículo del profesor Gustavo Curiel, publicado en la revista Imágenes, del Instituto de Investigaciones estéticas de México (http://www.esteticas.unam.mx/revista_imagenes/imago/ima_curiel05.html) a propósito del análisis de un magnífico mostrador que se conserva en el Meadows Museum de Dallas :
“Por lo que toca al lugar de origen de estos muebles (cuya característica es la rica taracea de carey, concha nácar e hilos de plata) se ha repetido, sin fundamento alguno, que esta clase de obras fueron hechas en la Ciudad de México, en las islas Filipinas, en la costa indoportuguesa o en Asia continental. Recientemente, Jorge Ribas ha confirmado, después de minuciosos estudios y muchas comparaciones, que tales obras se hicieron en el virreinato del Perú. Esta singular producción de muebles de lujo extremo continuó hasta el siglo XIX. Por otro lado, hay que resaltar la evidente influencia asiática en la decoración del mostrador que nos ocupa. Hay flores coreanas y otros elementos decorativos derivados de repertorios ornamentales asiáticos”.
Continúa en el citado artículo el Profesor Curiel: “En la decoración se perciben formas que recuerdan flores coreanas, que Jorge F. Ribas ha relacionado con piezas coreanas de laca de la dinastía Choson. Estos mismos motivos florales están presentes en cajas taraceadas y son, se puede afirmar, “la firma” de la producción de un taller concreto, lo que indica que hubo una importante actividad del taller que logró hacer de estas formas hitos decorativos que perduraron en el tiempo”. Jorge Rivas, a quien alude el profesor Curiel en su texto, es actualmente el Curador del Frederick and Jan Mayer Center en el Denver Art Museum, y jefe del departamento de Latin American Art.
Así mismo, como indica María Campos Carlés en “Un legado que pervive en Hispanoamérica. El mobiliario del Virreinato del perú de los siglos XVII y XVIII”: “La influencia oriental sobre el mobiliario costero peruano y mexicano, se inició a mediados del siglo XVII, cuando llegaron a América artesanos japoneses, cristianizados o no, especializados en laca Namban. Trían consigo conocimientos sobre el empleo de la laca combinada con madreperla y otros materiales. Adiestraron en las mencionadas habilidades a artesanos europeos, también a musulmanes conversos y a indígenas, todos ellos dotado de experiencia artística, quienes aprendieron rápidamente la técnica, pudiendo así proyectar, diseñar y construir lujosos muebles, a los que se denominó “enconchados” que remplazaron a los muebles de estilo Namban…Es importante destacar la inclinación natural que poseían los artesanos de origen árabe que habitaban el Virreinato de Perú por volcar motivos abstractos sobre el plano. Se les descubre en la geometrización de ornamentos, guardas y lacerías que se repiten, reflejando un eje de referencia española, propia del mueble hispano-mudéjar.