Luis Tristán (Toledo, circa 1580/85 - 1624)
"San Hermenegildo en prisión"
Óleo sobre tela. 204 x 106 cm.
Se adjunta certificado de D. José Gómez Frechina, fechado el 14 de octubre de 2022.
Como leemos en el certificado:
"Luis Tristán de Escamilla –también citado por las fuentes como Luis Rodríguez Tristán- fue un intérprete importante de los inicios del naturalismo en la Toledo de El Greco y es más conocido por la historiografía artística como Luis Tristán.
Se formó inicialmente –documentado entre 1603 y 1606- en el obrador del pintor cretense Doménikos Theotokópoulos (Candía, 1541 – Toledo, 1614), entabló amistad con su hijo pintor Jorge Manuel Theotocópuli y marchó en su juventud a Italia como señalará el pintor y tratadista aragonés Jusepe Martínez quedando fuertemente influenciado por el tenebrismo caravaggiesco.
En 1612, Luis Tristán aparece de nuevo documentado en Toledo tras su experiencia italiana acometiendo numerosos encargos hasta su temprana muerte en 1624. En el estilo de Tristán se conjugan el manierismo de El Greco, el espíritu escurialense de los toscanos reformados, las formas del pintor romano Orazio Borgianni y el naturalismo romano relacionado con Caravaggio.
La obra que nos ocupa recoge el tema de “San Hermenegildo en prisión” y es obra inédita del pintor Luis Tristán por sus características estilísticas y fue realizada en el último periodo del pintor en su Toledo natal.
Hermenegildo, príncipe hispano-visigodo del siglo VI, fue hijo del rey Leovigildo y hermano de Recaredo. Se convirtió del arrianismo al catolicismo por influencia del arzobispo de Sevilla San Leandro y por su matrimonio con la princesa franca católica Ingunda en el 579. Siendo gobernador regente de la Bética, Hermenegildo conspiró contra su padre Leovigildo y tras ser sofocada la rebelión fue enviado a prisión a Tarragona. Allí se negó a recibir la comunión de manos de un obispo arriano, manteniéndose fiel al catolicismo y fue decapitado el 13 de abril de 585 por su carcelero Sisberto.
El culto a San Hermenegildo vino con la autorización y canonización de 1585 del papa Sixto V a petición del rey Felipe II, después de cumplirse un milenio de su martirio, que favoreció y extendió su devoción popular. Felipe II ordenó trasladar su cabeza conservada en el monasterio de Sijena (Huesca) hasta El Escorial, incrementando su colección de reliquias.
Tristán representa a San Hermenegildo ataviado con rey con armadura, manto de armiño, gola, puños y corona real. Porta como símbolo de su cautiverio una argolla al cuello con una cadena de gruesos eslabones. El joven rey dirige su mirada hacia lo alto y asiste en su encierro a un rompimiento de gloria con pequeñas lenguas de fuego como en el Pentecostés previo a su inminente martirio. Los querubines guardan relación con los de la “Inmaculada Concepción” de Luis Tristán en la iglesia de San Julián de Santa Olalla (Toledo)."
En el certificado se adjunta asimismo la bibliografía de referencia consultada por D. José Gómez Frechina.